La radicalización de Petro
-
*Texto de Germán Peña Córdoba*
L*a palabra radical ha sido largamente estigmatizada*, igual q la palabra
revolución. Se es radical, como su nombre lo in...
Crónicas musicales… crónicas sobre canciones populares muy reconocidas en el mundo
Texto de Ernesto Pino
Algún día el poeta español, José
Agustín Goytisolo, entra a un taller de mecánica y escucha sorprendido que un
obrero canta algo muy conocido para él. Emocionado le pregunta por el origen de
la canción y este le responde que no sabe de quien es, pero que la misma, la
cantaba su abuela hace muchos años. Se trataba de Palabras para Julia.
El poeta José Agustín
Goytisolo (1928-1999), hace parte de los poetas españoles que vivieron íntegramente
sus vidas luchando contra la dictadura del General Franco, desde 1936 hasta la
muerte del déspota en 1975. En esa lista se anotaron los poetas consagrados de
la llamada Generación del 27; especialmente
Federico García Lorca, Miguel Hernández y Rafael Alberti. Para ellos, las palabras de sus poemas se
convirtieron en la llama de aliento permanente de los brigadistas republicanos
que defendían la democracia usurpada por Franco. Toda esta epopeya poética, arrancó
tras el asesinato temprano de García Lorca en 1936, cuando apenas iniciaba la
guerra civil española. García Lorca era uno de los grandes referentes de la
poesía ibérica, a pesar de su juventud. Como dijo Ian Gibson, uno de sus
biógrafos: «Lorca es hoy el desaparecido
más famoso y llorado del mundo entero. Representa a todas las víctimas
inocentes de la Guerra Civil… y de todas las contiendas. Su obra es inmensa, su
mensaje hondamente fraternal. Cualquier página suya, cualquier verso, cualquier
metáfora, puede cambiar una vida». Lorca, el de los versos mas musicales e
inofensivos (Y que yo me la lleve al río/,
creyendo que era mozuela, pero tenía marido/, fue la noche de Santiago, y casi
por compromiso/, se apagaron los faroles, y se encendieron los grillos...),
con su muerte prendió una trinchera poética en defensa de la libertad y la
democracia. Igual pasó mas adelante con el poeta Miguel Hernández, hombre
humilde, pastor de ovejas, trovador inmenso de la tierra, el hijo del rio, de las
flores y de las abejas; quien enfermo de tuberculosis, murió en la cárcel,
hostigado y castigado por la dictadura (para
la libertad/sangro, lucho, pervivo/ para la libertad/mis ojos y mis manos/como un árbol carnal,
generoso y cautivo/doy a los cirujanos…), cuyos
versos posteriormente fueron cantados magistralmente por Serrat.También, su poema
Andaluces de Jaén, en el trascurso del conflicto los republicanos lo recitaban
como un signo de tenacidad. Alberti, por su parte; era el poeta que llevaba el
mensaje directo a las milicias y convirtió su poema A galopar en un himno de la resistencia
contra el fascismo (a galopar, a
galopar/hasta enterrarlos en el mar/ Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay
nadie/ que es nadie la muerte si va en tu montura/ galopa caballo cuatralbo,
jinete del pueblo/ que la tierra es tuya); los mismos, que mas adelante tendrían la música y la voz del cantautor español Paco Ibáñez.
Por su parte José
Agustín Goytisolo,
era apenas un niño de 8 años cuando comenzó la Guerra
civil española, pero los acontecimientos que sucedieron en ese periodo marcaron
lo que en adelante seria su camino de gran poeta y su militancia en la lucha
contra la dictadura de Franco: el 17 de marzo de 1938, Julia Gay, la madre de José
Agustín, en una calle de Barcelona, fue victima de un bombardeo aéreo inesperado,
del bando franquista. Su cuerpo nunca apareció y las autoridades del momento
solo entregaron a la familia varias bolsas de regalos que Julia había comprado
para los niños Goytisolo. Mas adelante José Agustín fue expulsado del colegio
cuando se atrevió a quemar un retrato del General Franco. Ya había decidido que
su ejercicio como ciudadano en adelante seria el de confrontar la dictadura
bajo ciertos principios morales y políticos y una renovada atención al lenguaje y la lírica; para lo cual conformó un grupo intelectual que se llamaría la Generación del 50, con los poetas Gil
Biedma y Carlos Barral. Dice la critica literaria, que la inexplicable y brutal
desaparición de la madre, seria el impulso mayor para que los hermanos
Goytisolo abrieran la puerta literaria para buscarla a ella a través del tiempo
y del espacio (se recuerda, que los hermanos de José Agustín, Juan y Luis; son
también reconocidos escritores españoles).
Incluso el padre de
los Goytisolo, durante mucho tiempo en su propia casa silenció el nombre de
Julia Gay, su esposa. Julia, un nombre que muchos años después se repetiría en
ese hogar y en muchos hogares de España y de Latinoamérica.
Dicen que el encuentro
entre la música y la poesía es circunstancial y extraño como le ocurrió a
Goytisolo y al cantautor, también español, Paco Ibáñez.
En el año 1969, en el
aniversario del esplendoroso movimiento estudiantil de mayo del 68; Paco Ibáñez
fue invitado a cantar en la Universidad de La Sorbona de Paris, en el salón
Richelieu, que se quedó corto porque los estudiantes empezaron a llenar todos
los espacios hasta hacer “sudar las paredes”, como diría el mismo Paco quien
fue presentado como “La voz libre de España”, en dos cartelitos pegados a una
pared. De alguna manera este recital se repitió en diciembre de ese mismo año
en el famoso teatro Olimpia de Paris y haría universales las canciones de Paco
Ibáñez. Una multitud increíble invadió el aforo del Olimpia y Paco Ibáñez
acompañado tan solo de una guitarra, realizó uno de los conciertos mas asombrosos
sucedidos en ese teatro, aprovechando el fervor que existía en Francia con la
lucha estudiantil y el espíritu de resistencia en contra de la dictadura del
llamado Generalísimo Franco (a quien Paco irónicamente le llamaba el Criminalisimo). Paco, de la mano
espiritual de Gorges Brassens; según Ibáñez, el mas grande cantautor francés, y
su padre musical, cantó poemas desde el Arcipreste de Hita, Jorge Manrique, Luis
de Góngora, Francisco de Quevedo, hasta García Lorca, Rafael Alberti y Miguel Hernández.
Era una línea en el tiempo de la gran poesía, que Ibáñez reivindicaba cantando
versos magníficos elaborados desde el siglo XV hasta el siglo XX; y que seguían
incólumes y ahora revividos a través de la música. Fue tan apoteósico el
concierto con un publico exaltado, que la madre de Paco, presente en el evento,
comentó feliz: “Todos estos no saben que
gracias a mí están aquí”.
Pero Paco Ibáñez, también
interpretó aquella noche varios poemas de José Agustín Goytisolo. Los mismos
que el artista había conocido en Paris, a través del también poeta español y
exiliado, José Miguel Ullan. Cantó Hombre
de buen provecho: me lo decía mi
abuelito/me lo decía mi papa/me lo dijeron muchas veces/y lo olvidaba muchas más…La
vida es lucha despiadada/nadie te ayuda, así, no más/y si tú solo no adelantas/te
irán dejando, atrás, atrás…Anda muchacho y dale duro/la tierra toda, el sol y
el mar/son para aquellos que han sabido/sentarse sobre los demás. Cantó El lobito bueno: Érase una vez un lobito bueno/al que maltrataban todos los corderos…Y
había también/un príncipe malo/una bruja hermosa/y un pirata honrado…Todas
estas cosas había una vez/cuando yo soñaba un mundo al revés. Y luego cantó
Palabras para Julia.
En 1962, cuando
Goytisolo e Ibáñez, no se conocían, el músico lo visitó en su casa de
Barcelona, y en medio de la reunión les cantó las canciones mencionadas (Hombre de buen provecho y el Lobito bueno).
Terminada la reunión, Goytisolo emocionado le regaló a Ibáñez unos versos en
borrador, donde aparecía el poema Palabras
para Julia. Ibáñez, enseñado ya a traducir en notas musicales poemas de
grandes autores, hizo lo mismo con Palabras
para Julia y lo convirtió en el himno universal de la esperanza.
Cuando Goytisolo escribió
el poema, Julia su hija era apenas una niña colegial que por supuesto no
alcanzaba a medir la trascendencia del mismo. Ella realmente lo asumió muchos
años después cuando el poema ya era canción en la voz profunda de Paco Ibáñez.
Tanto críticos literarios de la Universidad Autónoma de Barcelona, donde existe
una catedra que estudia al poeta, como la misma Julia Goytisolo están de
acuerdo que este poema refleja el deseo del autor de que su madre Julia Gay lo
hubiese escrito para él; como parte de ese vacío y esa búsqueda inquebrantable
que sucedió después de la tragedia del bombardeo donde ella murió. Julia Goytisolo,
así lo expresa cuando dice que el poema debería llamarse Palabras de Julia y no Palabras
para Julia. Además, también los expertos coinciden en que este poema
realmente José Agustín, lo escribió para si mismo, como efecto del drama que
vivió siendo un niño. El efecto del hecho es tan grande para la vida de la
familia y para la construcción literaria de José Agustín, que el nombre de
Julia Goytisolo lo puso el padre del poeta como un homenaje a su desaparecida
esposa: Para esa familia, siempre todo giró
alrededor del nombre de Julia. (Ver
https://www.rtve.es/alacarta/videos/la-mitad-invisible).
En nuestro continente,
la canción se convirtió en un himno de resistencia contra las dictaduras de los
años 70: En Uruguay (Bordaberry), en Chile (Pinochet) y en Argentina (Videla).
Muchos de los presos políticos en esos países pusieron el nombre de Julia a sus
hijas nacidas en cautiverio y la canción era una voz de esperanza para los
detenidos; igual, también fue una voz de multitudes en las protestas contra
estos gobiernos de facto.
Este poema-canción,
independientemente de su profunda raíz política en la resistencia contra la
dictadura del General Franco en España, se ha convertido en un canto que podría
entonar cualquier padre a sus hijos, como una balada emotiva, casi triste, elemental
y con un contundente mensaje de esperanza y de exaltación a la vida, que parece
parte de un testamento familiar y de un gran abrazo solidario y filial para un
hijo que ineludiblemente seguirá caminando por el mundo. Es una canción
destinada a trascender en el tiempo por encima de la tecnología, de los sistemas
sociales, de la evolución de la especie; eso si, mientras los habitantes del
mundo no pierdan su condición humana.
Solo retomo un verso
del poema que no está en la canción. Hija
mía es mejor vivir/ con la alegría de los hombres/ que llorar ante el muro
ciego; y que la critica literaria de la universidad de Barcelona, lo
presume hipotéticamente: Es mejor vivir la vida, aún con todas las dificultades
y con el premio de una sonrisa, que crear un clamor rutinario como ha sucedido
históricamente con el muro de las lamentaciones del pueblo judío (Ver
https://www.rtve.es/alacarta/videos/la-mitad-invisible).
Éste es un poema que
gracias a la música que le puso alas, se volvió mas famoso que el poeta.
Finalmente; José Agustín Goytisolo, el gran
poeta español, el hombre que extrañamente recitaba de perfil, murió en 1999, al
caer de una ventana del tercer piso de su vivienda; cuando lo acosaba una
profunda depresión, lo que dio lugar a un pretendido suicidio, versión que la
familia rechazó y, por el contrario, anunció su deceso como un desafortunado
accidente.
PD: Activa
el link de la canción arriba y canta con la letra la versión original
interpretada por Paco Ibáñez. Se transcribe la letra de la
canción de Paco Ibáñez, quien acomodó la mayor parte de los versos a su
condición sonora. Posteriormente se incluyen aquellas estrofas del poema
original no contenidos en la canción, tal cual aparecen en el libro “Palabras
para Julia y otras canciones” de José Agustín Goytisolo con prólogo de Manuel
Vásquez Montalbán. Se advierte que la canción tiene aproximadamente 30
versiones musicales en la voz de artistas como Mercedes Sosa, Tania Libertad, Liliana
Herrero, Rosa León, Kiko Veneno, Los Suaves (versión rockera); sin dejar por
fuera las muy emotivas versiones aficionadas que se cantan a coro en las
reuniones de amigos y familiares.
PALABRAS PARA JULIA
José Agustín Goytisolo con música y voz de Paco Ibañez.
Tú no puedes volver atrás,
porque la vida ya te empuja,
como un aullido interminable, interminable.
Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido, no haber nacido.
Pero tú siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti, pensando en ti
como ahora pienso.
La vida es bella ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor, tendrás amigos.
Un hombre solo, una mujer,
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada, no son nada.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti, pensando en ti, como ahora pienso.
Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
que les ayude tu canción, entre sus canciones.
Nunca te entregues ni te apartes,
junto al camino, nunca digas:
no puedo más y aquí me quedo, y aquí me quedo.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti, pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor, tendrás amigos.
No sé decirte nada más
pero tú debes comprender
que yo aún estoy en el camino, en el camino.
Pero tú siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti, pensando en ti, como ahora pienso...
Versos del poema original, no incluidos en la canción: