Por: Ernesto Pino
Sevilla, mayo 4 de 2018.
La noche del 3 de mayo en el homenaje a Sevilla
en sus 115 años, tuve la fortuna por primera vez de escuchar esta maravilla de
espectáculo musical, que tiene una característica especial: la mayoría de las
canciones hacen parte del cancionero musical de Sevilla. Canciones propias que
hacen inflar el pecho y emocionan los sentidos: empezando por los niños
entrenados en la Fundación Casa de la Cultura que con gran propiedad cantaron
Mi Sevilla, Rosalinda, El Patio de Sevilla, etc. Luego el “Negro” Gallego y el “Mono”
Muñoz con el apoyo de varios magníficos músicos del Grupo Bandola cantaron
bambucos y música tradicional sevillana (como “Siempre te he de querer” de Hugo
Toro E y “Presentimiento”, etc.). Igualmente las serenatas fueron dedicadas a un
grupo significativo de mujeres sevillanas que mantienen un espíritu permanente
del sevillanismo y del tejido social y a Bernardo y Alonso Gallego, dos
representantes inolvidables del perenne Conjunto Serenata que nos enseñaron
tantas canciones de la tierra y emocionaron a tantas parejas sevillanas con sus
serenatas en las puertas y en las ventanas de las novias.
La emoción del espectáculo es muy alta por
varias razones: primero, es una reivindicación social de la música propia de
Sevilla, que creo es de las pocas ciudades entre 1122 municipios colombianos
que tienen esta virtud. Es un lujo casi exótico. Segundo, es el sostenimiento
de la memoria colectiva e histórica de Sevilla a través de la música propia
cantada por los niños. Da gusto saber que canciones como “Mi Sevilla” los
pequeños la cantan y sigue siendo una referencia permanente de los sevillanos
donde quiera que estén. Es un segundo himno municipal. Tercero, porque es un
hecho notorio que deben conocer todos los sevillanos que viven fuera de
Sevilla. Y cuarto es un ejemplo contundente de que Sevilla tiene en su música
una fortaleza inmensa para ser un municipio con un reconocimiento nacional e
internacional que está lleno de oportunidades de convivencia social para
nuestros jóvenes y de actividad económica en los servicios culturales y que en
esta época se ha denominado la “Economía
naranja” (la música conjuntamente con otras actividades culturales como el
teatro, el cine, la pintura, la literatura, etc.): ustedes se imaginan a
nuestros jóvenes músicos haciendo fusiones e interpretaciones modernas de
nuestra propia música tradicional de Sevilla?. Recuerden que Carlos Vives
emprendió con mucho éxito este camino con el vallenato.
Bueno, habrá un quinto motivo que no quería
expresar al comienzo, pero lo voy a decir: hacerle dar envidia a los sevillanos
que aún no han disfrutado de la Serenata a Sevilla todos los 3 de mayo.
Nota 1: maravilloso espectáculo también el de “Sevilla
canta su historia” en el hotel-teatro que se realizó el 2 de mayo y cuyos
protagonistas fueron los coros de niños de la Casa de la Cultura, cantando muchos
pasajes de la su historia: música y teatro. Impresionante final con la bella
canción “Mi pueblo” de Ana Lucia Muñoz, que estoy seguro se convertirá en el
tercer himno de Sevilla.
Nota 2: Llevo apenas 15 días residiendo de nuevo
en Sevilla y por ahora les confieso, que este es el mejor clima del mundo: cualquier
día, en una hora sentí la frescura de la neblina, un pequeño ventarrón, luego
salió el sol con descaro de energía, pasaron las nubes veloces y al final un
clima refrescante de primavera. Por la noche hizo el frío normal de invierno
pero para eso hay remedio.
Nota 3: hay mucho por hacer y por ayudar en
Sevilla y lo vamos a hacer.