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9 jun 2016

Grupo Bandola: De festival en festival

Casualmente el día 31 de mayo estaba en Sevilla y me sorprendió que se anunciara para esa noche el lanzamiento del último disco del grupo Bandola, llamado De festival en festival: un martes pasivo, con amenaza de lluvia y con una baja promoción del suceso, a no ser por las redes sociales.

Finalmente allí estuvimos y oh sorpresa, el escenario de la Casa de la Cultura a pesar de esa fecha intrascendente estaba lleno hasta las banderas. Confieso que tenía muchas expectativas y realmente no sabía que podría escuchar, especialmente porque nunca he sido muy fiel a la música colombiana del interior como los bambucos y los pasillos, a los cuales evidentemente respeto porque hacen parte de nuestra herencia y de alguna manera están allí en el baúl de recuerdos de nuestros mayores.

Del grupo Bandola, que para mí se han convertido en el intangible más patentado de nuestra ciudad, reconozco sus éxitos como Listos para la foto, Turumbis tumbis, El Hipo, Buenaventura se quema, Chuchito el reciclador, La Guaneña, A galopar, Ojos azules, Palabras para Julia (estas tres últimas cuando estábamos más jóvenes) etc.; que en cada festival ponen a bailar a nuestros paisanos y hacen del Parque de la Concordia una verdadera fiesta: pero yo siempre, lo confieso, he llevado en mi memoria musical que su mejor canción para mi gusto,  es La esfera azul. Esas canciones dentro del Festival Bandola, que por fortuna se han venido repitiendo de manera ininterrumpida en los últimos 20 años, ha sido la banda sonora para que sucedan tantas cosas buenas en el pueblito, como en el año 1998 les escribí en una nota que hoy se mantiene vigente: “Que cantidad de Sevillanos exiliados, felices y abrazados que caben cómodamente en 3.000 metros cuadrados. Qué bueno volver a escuchar voces perdidas por décadas que regresan a compartir con familiares, amigos, conocidos y enemigos y a respirar de nuevo el oxígeno húmedo y refrescante de nuestras montañas y el olor eterno de las vacas con su leche y su boñiga. Toda esta maravilla para que los Sevillanos, pobres y ricos, no olviden que su raíz está en el sinfín de sus calles empolvadas, en los mosaicos de las escuelas públicas, en la subida a Monserrate y a Puyana, en el edificio más alto que es la iglesia, en las ollas humeantes de la galería y de Doña Josefina, en los recuerdos de la vitrola de la Fuente y en ese cielo azul con ceniza que explota con un aguacero o con antorchas de sol. En medio de las borracheras, algo percibimos cuando en la despedida final, después del abrazo apretado, todos prometíamos volvernos a ver en el Festival Bandola del año entrante. No importa que la gente todavía no se aprenda de donde son los cantantes. Con saber que han vuelto los paisanos fieles y los paisanos ingratos, podemos pensar que Dios ya nos echó el ojo”.

El nuevo disco, sinembargo, rescata un magnífico trabajo lleno de fusiones muy agradables y con un alto perfil musical: el manejo de vientos y de percusión le han dado al grupo un aire refrescante, una batería incesante y explosiva y una trompeta que rompe y pone una alarma sugestiva que emociona (debería tener más protagonismo, creo, a costa de mi ignorancia musical). A ello le agregamos lo que siempre conocimos, la inmensa alegría en las voces de La Nena, Oscar y Rodrigo y los momentos mágicos de la flauta de Julián. Las canciones del álbum son una mezcla de bambuco, pasillo, parranda, currulao, reggae y chande: De festival en festival, Alma de guadua, Los abrazos, La bogadera, El aguacerito, El viaje, Ya se siente el carnaval, El Árbol amarillo…….pero falta una, la mejor, la que sin exagerar podría convertirse en un segundo himno sevillano como la entrañable Mi Sevilla de Hugo Toro, que se llama MI PUEBLO (con autoría de Ana Lucia Muñoz). Es una canción esplendida, que seguramente si se repitiera en la radio como corresponde, sería un éxito nacional.

….mi pueblo, mi pueblo/mi casa, mi refugio, mi alimento/mi pueblo, mi pueblo/a ti siempre volveré así este lejos/ (coros de niños de la Casa de la cultura)…..y todos nos alborotamos…

Una nota especial para la canción Alma de guadua, que el grupo compuso en homenaje a nuestro gran amigo Edgar Arcila, fugitivo sin permiso de la vida, quien pese a tener entraña de comerciante tenia sensibilidad de artista y por ello tiró las mercancías a un lado y se inventó un espacio en Tres Esquinas que se llama El Bosque que camina y que además dejó su huella encomiable en el Grupo Bandola y en la Casa de la Cultura.

Felicitaciones a la plantilla del Grupo que participó en este gran trabajo: María Elena Vélez (La nena), Ana Lucia Muñoz, Oscar Gallego (El negro), Rodrigo Muñoz (El mono), Julián Gil,  Mauricio Muñoz, Juan Pablo Orozco, Fabián Valverde. Igual resalto, el Diseño y Concepto Grafico de Julián Esteban Castañeda y al Director  de Arte, Jorge Stiven Varela.

Y a los lectores, una recomendación respetuosa: el nuevo disco bien vale la pena adquirirlo…antes de que se agote o  esperar hasta agosto para oírlo en la versión 21 del Festival Bandola.

Nota1: que bueno sería que el Grupo Bandola, algún día próximo se atreviera a montar una serie de RUMBAS SEVILLANAS, españolas , que son alegres como Mi Sevilla y que se cantan en coro y con las palmas. Son una buena herencia, como para compensar un poco la desquiciada época de la Conquista.

Nota2: que bueno seria, que en los compases del Festival, se inventaran un concurso de canto para los niños, sean solistas o coros de niños. Ello haría más lúdico el Festival, y así aumentaría la expectativa y la alegría de los asistentes.
Por| Ernesto Pino
 Cali, junio 8 de 2016