Por: Ernesto Pino
Agosto 28 de 2017
Aunque las lluvias que se dieron los días 18
y 19 de agosto desajustaron la buena marcha de la programación, el Festival Bandola
termino con éxito (desafortunadamente la tormenta tropical Harvey coincidió con
los días del Festival); sin embargo, por apreciación personal con menos éxito
que otros Festivales de los 22 cumplidos hasta la fecha.
El Festival Bandola es actualmente el más
importante icono cultural de Sevilla, hasta el punto que una reciente
calificación del Diario El Tiempo lo ubica como el tercero a nivel nacional,
superado solamente por el Festival Petronio Álvarez de Cali y el Festival Nacional Autóctono de Gaitas de San Jacinto (Bolívar); y por
encima de Festivales reconocidos como el Mono Núñez y el Festival de la Leyenda
Vallenata.
No obstante, esta positiva actuación no debe ocultarnos ciertos defectos,
especialmente de carácter comercial, que fueron evidentes y que paso a comentar:
1. Calidad de los
restaurantes: Recurro a mi
experiencia personal en la visita como cliente a varios de ellos y a
comentarios de amigos sevillanos que vinieron de afuera. Deficiente la calidad
de los menús en varios restaurantes del centro, comidas tardías, sabores por
debajo del promedio en platos que no son tan sofisticados como sanduches,
hamburguesas, asados, etc. Y para cerrar mal la temporada, nos tocó vivir una
situación indeseable, cuando en un restaurante hicimos un pedido con visitantes
extranjeros a bordo y después de una espera de casi dos horas nos comunicaron
que no había comida.
2.
Precio de los menús: para un municipio que según el DANE, tiene una
población que gira alrededor de los 50.000 habitantes, con una alta tasa de
desempleo, con salarios por debajo del mínimo, y con un ingreso percapita mucho
menor que la media departamental del Valle del Cauca, fijar precios de menús
muy similares a los de Cali o Medellín, es un despropósito por lo altos, y si
se agrega que las calidades que observan también están por debajo del promedio;
nos llevan a pensar que en temporada baja son muy caros y que con calidad y
servicios se podrían ajustar en temporada alta. En otras palabras, se debería
implementar una política de precios justos en tiempos de baja demanda y precios
mayores (con una prima) cuando la demanda es alta como en Festival Bandola, en
fiestas de aniversario en mayo o en la época decembrina. Hay un sentimiento muy
generalizado de que Sevilla se está encareciendo y eso podría alejar el turismo
y la inversión en otros negocios: recuerdo hace poco que visite Sevilla en compañía de amigos turistas que
repetían la visita y un desayuno con pandebono incluido en un sitio muy
conocido, nos costó más del doble. Pero también un día de este Festival, visite
una cafetería central recientemente inaugurada y compramos un desayuno de buena
calidad y con un precio justo.
3. Hotelería: Para el Festival,
la hotelería que existe no es suficiente y ello limita mucho la afluencia de más
turistas (en los días de Festival, la población por atender fácilmente se
dobla). No se trata de construir más hoteles en el corto plazo, para atender temporadas
altas que son cortas en el periodo del año, pero si muchas viviendas podrían
adecuar cuartos que reciban turistas en esos tiempos de temporada alta y
generar recursos extras para los hogares: todo organizado en un programa
comercial de contingencia (aunque soy testigo que la organización del Festival
lo tiene en cuenta).
4.
Otros servicios: otros servicios como el transporte, la salud, el
ambientalismo y especialmente la seguridad, hasta ahora son satisfactorios y no
son motivo de quejas.
Recomendación: Con el liderazgo de la Cámara de Comercio
de Sevilla, podríamos colaborar en la organización de un programa que corrija
los defectos del servicio y que incluya un fortalecimiento del servicio al
cliente, una óptima política de precios y calidades y la implementación de
metodologías como la cadena de valor de los negocios, los momentos de verdad y
la capacitación y medición de la satisfacción del cliente; partiendo del hecho que cada día
Sevilla con el mejor desarrollo de los Festivales (especialmente Bandola y
Sevijazz) y la nueva fuente de turismo religioso; hace más atractiva la ciudad,
hay más prosperidad y así los comerciantes residentes podrían aprovechan mejor la
riqueza que generan los eventos culturales.
5. El mejoramiento del Festival Bandola: el hecho de tener
un formato muy parecido en 22 versiones del Festival lo puede hacer menos
atractivo cada vez y monótono para quienes llevamos más de 20 presencias; lo
que implica el comentario respetuoso de que el modelo cultural del Festival
podría tener variaciones que lo hagan más lúdico, más sorprendente y por supuesto
más atractivo para los turistas. En una columna pasada sobre el último trabajo
discográfico del Grupo Bandola, mencione lo siguiente:
Nota1: que bueno seria, que en los compases del Festival,
se creara un concurso de canto para los niños, sean solistas o coros de niños.
Ello haría más lúdico el Festival, y así aumentaría la expectativa y la alegría
de los asistentes: el concurso genera expectativa y emoción.
Nota 2: el Festival necesita la contribución de los
validadores, que simplemente son aquellos personajes famosos queridos por el
público y que un mes antes promocionen el Festival.
Nota 3: La organización del Festival está en mora de
realizar un estudio de impactos sobre la dinámica integral del municipio y
pueda medir variables como el número de visitantes, el beneficio del comercio,
la demanda de servicios de todo tipo, la generación de riqueza y la
satisfacción de los usuarios; así como la sana crítica y las recomendaciones
correspondientes de la comunidad. Al final hay que concientizarnos que el Festival
es de todos los sevillanos y lo debemos proteger, sostenerlo y mejorarlo: la
meta debería ser que el Festival Bandola fuera en el corto plazo el mejor a
nivel nacional.